Tyrannosaurus
Tyrannosaurus (del gr. "lagarto tirano") es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo tiranosáurido, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 67 y 65 millones de años, en el Maastrichtiano, en lo que es hoy Norteamérica. Laespecie tipo y única especie válida Tyrannosaurus rex donde rex significa rey en latín, comúnmente abreviado como T. rex, es una figura común en la cultura popular. Vivió a través de lo que es ahora Norteamérica occidental, con una distribución mucho más amplia que otrostiranosáuridos. Es uno de los últimos dinosaurios no avianos en existir antes de la extinción masiva del Cretácico-Terciario.
Como otros tiranosáuridos, Tyrannosaurus fue un carnívoro bípedo con un masivo cráneo balanceado por una larga y pesada cola. En relación con sus largos y poderosos miembros traseros, los miembros superiores del Tyrannosaurus eran pequeños, pero inusualmente poderosos para su tamaño, y terminaban en dos dedos con garras. Aunque otros terópodos rivalizan o superan con Tyrannosaurus rex en tamaño, era el tiranosáurido más grande conocido y uno de los mayores depredadores conocidos de la tierra, midiendo hasta 13 metrosde largo, y más de 4 metros de alto a las caderas, y pesaba alrededor de 6 a 8 toneladas. Por mucho fue el más grande carnívoro en su ambiente, Tyrannosaurus rex debió haber sido el superpredador, cazando hadrosáuridos y ceratópsidos, aunque algunos expertos han sugerido que era principalmente carroñero. El debate si Tyrannosaurus era un depredador dominante o un carroñero es uno de los más largos en la paleontología.
Con más de 30 especímenes de Tyrannosaurus rex identificados, algunos de los cuales son esqueletos casi completos. Tejido conjuntivoy proteínas se ha informado en por lo menos uno de estos especímenes. La abundancia de material fósil ha permitido la investigación significativa en muchos aspectos de su biología, incluyendo historia de vida y biomecánica. Los hábitos de alimentación, fisiología y velocidad potencial de Tyrannosaurus rex son algunos temas de discusión. Su taxonomía es también polémica, con algunos científicos que consideran a Tarbosaurus bataar de Asia como una segunda especie de Tyrannosaurus y otros que mantienen a Tarbosaurus como género separado. Varios otros géneros de tiranosaúridos norteamericanos también han sido sinonimizado con Tyrannosaurus
Descripción
Tyrannosaurus podía medir hasta unos 13 metros de longitud y llegaba hasta los 5 metros de altura, con un peso estimado de entre 6 y 8toneladas. El tiranosaurio poseía un gran cráneo de 1,60 m provisto de fenestras oculares y nasales. Su cráneo presenta un gran número de huesos fusionados, supliendo la movilidad por una estructura más maciza, cosa inusual en los terópodos, que por lo general tenían huesos ligeros. El cuello era grueso, musculoso y corto. Se dice que el Tyrannosaurus rex era el animal más feroz y fuerte que ha existido en toda la historia.
Tyrannosaurus rex fue uno de los carnívoros más grandes sobre la tierra, de todos los tiempos; el espécimen completo más grande, FMNH PR2081 (apodado "Sue"), midió 12,8 metros de largo, y 4 de alto a las caderas. El estimado de la masa total ha variado a lo largo de los años desde los 7,2 toneladas como máximo, a 4,5 como mínimo, con los últimos estimativos entre 5,4 y 6,8 toneladas. Aunque Tyrannosaurus rex era más largo que el bien conocido terópodo del Jurásico Allosaurus y el Carcharodontosaurus africano, es ligeramente más pequeño que otros terópodos del Cretácico como Spinosaurus y Giganotosaurus.
El cuello de Tyrannosaurus rex forma una curva natural con forma de S como en otros terópodos, pero era corto y muscular para soportar su masiva cabeza. Los miembros superiores solo tenían dos dedos con garras, junto con un pequeño metacarpiano adicional representando el remanente de un tercer dígito. En cambio los miembros traseros estaban entre los más largo en proporción con tamaño de cuerpo de cualquier terópodo. La cola era pesada y larga, formada por más de cuarenta vértebras, para balancear los masivos torso y cabeza . Para compensar el inmenso tamaño del animal, muchos huesos a través del esqueleto eran huecos, reduciendo su peso sin la pérdida significativa de fuerza. El más grande cráneo conocido de Tyrannosaurus rex media más de 1,5 metros de largo. Grandes fenestras(aberturas) reducen el peso y proporcionan lugares para la inserción muscular, como se ve en todos los terópodos carnívoros. Pero en otros aspectos el cráneo de Tyrannosaurus era perceptiblemente diferente de los terópodos no tiranosáuridos grandes. Era extremadamente ancho en la parte posterior pero tenía un hocico estrecho, permitiendo una inusualmente buena visión binocular. Los huesos del cráneo eran masivos y los nasales y algunos otros huesos estaban fundidos, no permitiendo movimiento entre ellos, aunque muchos pneumatizados (contenido un "panal de abejas" de espacios aéreos minúsculos) cuál puede haber hecho los huesos más flexibles además de aligerarlos. Éstos y otras características de consolidación del cráneo son parte de la tendencia de los tiranosáuridos hacia una mordedura cada vez más grande, que sobrepasó fácilmente a todos los no tiranosáuridos.El extremo de la quijada superior era en forma de U, a mayoría de los carnívoros del no tiranosáuridos tenían quijadas superiores de forma de V, que aumentaba la cantidad de tejido y hueso que un tiranosaurio podría arrancar con una mordedura, aunque también aumentara las tensiones en los dientes delanteros.
Los dientes de Tyrannosaurus rex muestran una marcada heterodoncia (diferentes en formas). Los dientes premaxilares en el frente de la mandíbula superior están estrechamente empaquetados, con una sección de corte en forma de D, tenían refuerzo de cantos en la superficie posterior, eran incisiformes (sus extremidades tenían láminas como cinceles) y curvado hacia atrás. La sección de corte en forma de D, los bordes reforzados y la curvatura hacia atrás reducían el riesgo que los dientes se rompieran cuando el Tyrannosaurus mordiera y desgarrara. El resto de los dientes eran robustos, como "bananas letales" similares a dagas; espaciados más extensamente y también tenían refuerzo en los bordes. Los de las quijadas superior eran más grandes que los de la parte trasera de la quijada inferior. El más grande encontrado hasta ahora se estima para haber tenido medido 30 centímetros de largo incluyendo la raíz cuando el animal estaba vivo, haciéndole el diente más grande de cualquier dinosaurio carnívoro.
Paleoecología
El tiranosaurio vivía en todo el occidente de Norteamérica, desde Alberta (Canadá), hasta Coahuila en México, justo antes de que los dinosaurios se extinguieran. Normalmente el T. rex habitaba en planicies de inundación y bosques subtropicales donde acechaba a sus presas, en zonas demarcadas por ríos, lagos y bosques exuberantes llenos de cicadáceas, helechos, plantasflorecidas y árboles como las coníferas, sicomoros y araucarias.
En la época del T. rex, Norteamérica presentaba un paisaje natural con elementos familiares y extraños. Las tortugas de cuero, los cocodrilos, los lucios (Esocidae), y los peces pipa (Lepisosteidae) que vivieron en esa época eran bastante similares a los que se pueden encontrar hoy. Las ranas y los lagartos varanos eran otros animales familiares. Los helechos, colas de caballo, palmas, magnolias, álamos y arbustos eran algunas de las plantas dominantes; los pastos y hierbas ya se habían desarrollado, pero no estaban aún extendidas. Las coníferas como sequoias, araucarias, pinos, y cipreses eran comunes. El T. rexprobablemente vivió en muchos hábitats diferentes debido a su amplio rango, pero muchos de los yacimientos fósiles en donde normalmente se encuentran sus esqueletos parecen haber sido bosques subtropicales y húmedos. Otros habitantes del paisaje son menos familiares y carecen de semejanza con la fauna actual. Los pterosaurios gigantes, como el Quetzalcoatlus, planeaban y volaban en los cielos, con envergaduras de alas de más de 12 metros. Otros terópodos, incluyendo a losdromeosáuridos, troodóntidos y ornitomímidos, parecen haber medido menos de 4 ó 5 metros de largo. Las manadas de ceratopsianos como los tricerátopos y torosaurios, y de hadrosaurios como los hadrosaurios y edmontosaurios, vagaban por la tierra, mientras aves dentadas volaban en los bosques (Ichthyornis) y nadaban en las orillas de los mares (Hesperornis). Otros dinosaurios herbívoros fueron el armado anquilosaurios, los "cabeza-duras" paquicefalosaurios y estigimoloch y pequeños ornitópodos como Bugenasaura y tescelosaurio. Antiguos primates también pudieron haber existido junto a los dinosaurios (esta publicación está abierta a la discusión). Los mamíferos (predominantemente multituberculados y marsupiales) eran todavía pequeños, animales nocturnos que se asemejaban mucho a las ratas y musarañas de hoy, como el Ptilodus y Meniscoessus; aunque había géneros excepcionales que parecían ya un poco más grandes y desarrollados, como el Taeniolabis.
Se cree que el tiranosaurio necesitaba extensos rangos geográficos de alimentación, debido a la retirada de la Vía Marítima Interior Occidental de Norteamérica, hace 69 millones de años, lo cual incrementó el tamaño del rango de alimento.
Paleobiología
Postura
Al igual que muchos dinosaurios bípedos, el Tyrannosaurus rex fue descrito históricamente como un trípode vivo, con el cuerpo a 45 grados o menos de la vertical y la cola arrastrando por el suelo, similar a un canguro. Este concepto data de 1865 cuando Joseph Leidy realizo la reconstrucción de Hadrosaurus, el primero en describir un dinosaurio en una postura bípeda. Henry Fairfield Osborn, ex presidente del Museo Americano Historia Natural (AMNH) en Nueva York, creyo que la criatura podría colocarse en posición vertical y refuerza aún más la idea después de exhibir el primer esqueleto completo de Tyrannosaurus rex en 1915. Se mantuvo en esta posición vertical durante casi un siglo, hasta que fue desmantelado en 1992. En 1970, los científicos se dieron cuenta de esta postura era incorrecta y no podría haber sido mantenida por un animal vivo, ya que habría dado lugar a la dislocación o debilitamiento de varias articulaciones, incluyendo las caderas y la articulación entre la cabeza y la columna vertebral. El montaje inexacto ha inspirado muchas representaciones similares en películas y pinturas, como el famoso mural Rudolph Zallinger "La Edad de los Reptiles" en el Museo Peabody de de la Universidad de Yale. Esto sucedió hasta la década de 1990, cuando las películas como Jurassic Park presentó una postura más exacta al público en general. Representaciones modernas en los museos, arte y cine de Tyrannosaurus Rex muestran a su cuerpo aproximadamente paralelo al suelo y la cola extendida detrás del cuerpo para balancear la cabeza.
El tiranosaurio, al igual que todos los terópodos, era bípedo. Sus patas estaban dotadas de un tejido almohadillado. Este tejido también funcionaba como un resorte. Los huesos largos de las patas se fusionan entre sí para transferir las fuerzas mayores generadas por sus pisadas fuertes, por las piernas y hacia el resto del cuerpo.
Los estudios han demostrado que el tiranosaurio tenía unas patas bastante largas. Todavía existen desacuerdos sobre cuan rápido se desplazaba el tiranosaurio. Los cálculos oscilan entre una velocidad pausada de 18 km/h y una muy rápida de 72 km/h. Los científicos que consideran que el T. rex se movía rápidamente indican que sus patas eran semejantes a las de ornitomímidos tan veloces como el estrutiomimo. Un estudio reciente concluyó que el T. rex no tenía suficiente masa muscular en las piernas como para ser tan veloz, lo que hacía era caminar dando zancadas de 4 m por cada paso dándole una velocidad de 42km/h.
Algunos científicos indican que los animales pesados tienen las patas ubicadas debajo del cuerpo como pilares, con huesos grandes para soportar el peso, lo que no les permite correr. Quizá el T. rex era lento. Sólo se ha descubierto una huella en México que podría ser de un T. rex y que mide casi 1 m de longitud. Si se encontrara toda la serie de las huellas se conocería mejor que tan rápido pudo andar. Los bípedos tienen mayor riesgo de caerse, si durante un arranque se tropiezan, y no pueden acomodar sus patas debajo del cuerpo. Estudios recientes sugieren que los adultos no eran animales especialmente veloces, aunque en una persecución podían dar zancadas de más de 4 m.
Las caídas eran muy peligrosas para el T. rex porque la cabeza recorría más de 3 m en el desplome, y los brazos no podían detener su caída. Las avestruces tienen un problema similar, pero el riesgo de caída de un avestruz o de otras aves corredoras es muchísimo menor que el que habría tenido un tiranosauro incluso siendo éste depredador (si cazaba presas vivas). Si el T. rex se caía duramente podía lesionarse e incluso morir. Unos investigadores calcularon que si un T. rex de 6 toneladas corriera a una velocidad de 72 km/h y tropezara, golpearía el suelo con mucha fuerza y se deslizaría con tanta presión que no podría soportar el dolor de sus huesos y músculos rotos, lo que le causaría la muerte. Pero otro equipo de investigadores dio una propuesta más aceptable, trata de la posibilidad que el T. rex se mueva entre los 18 y 54 km/h, parecida a la velocidad máxima de un elefante africano. Si el T. rex se cayera a dicha velocidad, se lesionaría y quizás se rompería algunos huesos pero podría sobrevivir.
El cerebro del tiranosaurio era tan grande como el de un gorila y tenía aproximadamente un volumen de 1000 cm³, aunque la mayor parte del mismo estaba dedicado a su sentido delolfato, que, según se cree, pudo haber sido el más agudo de todos
Extremidades Superiores
Cuando Tyrannosaurus rex fue descubierto, no se hallaron las extremidades superiores. Para completar el esqueleto original, que fue montado para ser exhibido al público, Osborn sustituyó esa parte restante por los «brazos» con tres dedos de un Allosaurus. Sin embargo, en 1914,Lawrence Lambe describió un corto brazo de 2 dedos para el estrechamente relacionado Gorgosaurus. Por lo que le atribuyó 2 dedos en lugar de 3, conjetura que se confirmó en 1989, con el hallazgo de brazos relativamente completos de Tyrannosaurus rex, perteneciente a MOR 555, el "Wankel rex". Los restos de «Sue» también incluyen brazos completos. Estos eran relativamente pequeños en comparación del cuerpo, de aproximadamente 1 metro de largo, sin embargo no eran órganos vestigiales, ya que presentaban grandes áreas para la inserción de los músculos, los que le brindaban considerable fuerza. Así lo reconoció ya en 1906 Osborn, quien especuló que los miembros anteriores pueden haber sido usados para atrapar a la pareja durante la copulación. También se ha sugerido que los miembros anteriores se utilizaron para ayudar a los animales a levantarse de una posición de decúbito esternal. Otra posibilidad es que los miembros anteriores detuvieran a la presa durante la lucha, mientras las enormes mandíbulas del tiranosaurio la mataban. Esta hipótesis puede ser apoyada por el análisis biomecánico.
Los huesos de las extremidades anteriores de Tyrannosaurus rex presentan muy grueso hueso cortical, que indica que fueron desarrollados para soportar cargas pesadas. El músculobíceps braquial de un adultoTyrannosaurus rex era capaz de levantar 199 kg por sí solo, número que aumentaría al actuar con otros músculos, como el músculo braquial. El antebrazo de Tyrannosaurus también sufría una disminución en el rango del movimiento, con el hombro y codo que permitían sólo 40 y 45 grados de movimiento, respectivamente. Por el contrario, las mismos dos articulaciones en Deinonychus permitían hasta 88 y 130 grados de movimiento, respectivamente, mientras que un brazo humano puede girar 360 grados en el hombro y moverse alrededor de 165 grados a nivel del codo. El pesado cuerpo de los huesos del brazo, la fuerza extrema de los músculos, y el rango limitado de movimiento puede indicar un sistema evolucionado que se mantenga firme a pesar de las tensiones de una presa que lucha.
Crecimiento
La identificación de varios ejemplares juveniles como de tiranosaurio ha permitido a los científicos documentar los cambios ontogénicos en la especie, estimar la vida útil, y determinar con qué rapidez estos animales habrian crecido. El ejemplar más pequeño conocido, LACM 28471, el "terópodo Jordan", se estima que sólo pesaba 30 kg, mientras que el más grande, como FMNH PR2081, "Sue", lo más probable es que pesaba más de 5400 kg . El análisis histológico de los huesos de LACM 28471 mostró sólo tenía dos años cuando murió, mientras que "Sue" tenía 28 años, una edad que puediendo haber estado cerca del máximo de la especie.
La histología también ha permitido calcular la edad de otros ejemplares. Las curvas de crecimiento puede desarrollarse cuando las edades de diferentes especímenes se trazan en un gráfico junto con su masa. Una curva de crecimiento para Tyrannosaurus rex tiene forma de S, con los menores que permanecen bajo 1800 kg hasta aproximadamente los 14 años de edad, cuando el tamaño del cuerpo comienza a aumentar dramáticamente. Durante esta fase de crecimiento rápido, un joven tiranosaurio ganaría un promedio de 600 kg al año durante los próximos cuatro años. A los 18 años de edad, la curva se ameseta de nuevo, lo que indica que el crecimiento se redujo drásticamente. Por ejemplo, sólo 600 kg separados los 28 años de edad, "Sue" deun ejemplar canadiense de 22 años de edad, RTMP 81.12.1.3 Otro estudio histológico reciente realizado por cientificos diferentes corrobora estos resultados, encontrando que el rápido crecimiento comenzó a disminuir en alrededor de 16 años de edad. Este repentino cambio en la tasa de crecimiento pueden indicar la madurez física, una hipótesis que es apoyada por el descubrimiento de tejido medular en el fémur de un tiranosaurio de 16 a 20 años de edad, de Montana, MOR 1125, también conocida como "B-rex". El tejido medular se encuentra sólo en las hembras durante la ovulación, lo que indica que "B-rex" estaba en la edad reproductiva. Un estudio adicional indica una edad de 18 años para esta muestra. Otros tiranosáuridos presentan curvas de crecimiento muy similares, aunque con menores tasas de crecimiento correspondientes a las tallas de adulto más baja.
Más de la mitad de los ejemplares conocidos de tiranosaurio parece que han muerto a los seis años de alcanzar la madurez sexual, un patrón que se observa también en otros tiranosáuridos y en algunas aves grandes de larga vida y mamíferos en la actualidad. Estas especies se caracterizan por las altas tasas de mortalidad infantil, seguido de una mortalidad relativamente baja entre los jóvenes. La mortalidad aumenta de nuevo después de la madurez sexual, en parte debido a las tensiones de la reproducción. Un estudio sugiere que la escasez de fósiles de de menores Tyrannosaurus rex se debe en parte a las bajas tasas de mortalidad de menores, los animales no estaban muriendo en gran número a estas edades, por lo que no eran a menudo fosilizados. Sin embargo, esta rareza también puede ser debido a lo incompleto del registro fósil o el sesgo de los recolectores hacia fósiles ejemplares más grandes y espectaculares.
El Tiranosaurus, crecía a un ritmo de 2,1 kilos diarios, lo que le permitía, en sus casi 30 años de vida, alcanzar las seis toneladas de peso, según revela un novedoso estudio realizado por la Universidad Estatal de Florida (Estados Unidos) y publicado en la revista Nature.
El estudio, dirigido por los científicos Greg Erickson y Peter Makovicky, de la Universidad de Tallahassee (Florida), demuestra que ciertos dinosaurios crecían a un ritmo extremadamente rápido, lo que les permitía alcanzar un inmenso tamaño en poco tiempo. Sus autores han desarrollado un análisis completo del crecimiento de este dinosaurio, un carnívoro voraz que vivió hace 65 millones de años, y han concluido que este animal engordaba 2,1 kilos diarios durante su adolescencia.
Con este ritmo de crecimiento, el saurio alcanzaba su madurez ósea en dos décadas y podía vivir hasta 28 años. A partir de los 14 a 18 años de edad, el tiranosaurio -al igual que sus familiares como el albertosaurio, el gorgosaurio y el daspletosaurio- adquiría alrededor del 70% de su masa adulta, y pasaba de ser un lagarto carnívoro de una tonelada a convertirse en un dinosaurio devorador de huesos de seis tonedadas de peso, con pocos rivales en la cadena alimenticia el mundo prehistórico.
Ese ritmo de crecimiento puede compararse con el de los elefantes, aunque con la diferencia de que éstos llegan a vivir 70 años, mientras que los dinosaurios tan sólo alcanzaban los 30. "Sabemos que el 'Tiranosaurus Rex' vivía rápido y moría joven", indica el doctor Erickson en Nature. Erickson y Makovicky han basado su descubrimiento en el análisis de más de 60 huesos de 20 fósiles diferentes de la familia del Tiranosaurus. Entre los especímenes examinados por estos cienfíticos se encuentra la Tiranosaurus conocida por el nombre de Sue, cuyo esqueleto -el mayor y más completo hallado hasta ahora- se conserva en un 90% en el Museo Field de Chicago.
Hasta ahora se sabía que al igual que los árboles, cuyo crecimiento queda grabado en los anillos de su tronco, los principales huesos de los dinosaurios también poseen estas estrías, lo que permite determinar su crecimiento. Sin embargo, con el paso del tiempo estos huesos desarrollaban unas cavidades que dificultaban su lectura. El nuevo estudio se ha centrado en huesos de menor grosor, como las costillas, y se ha descubierto que con los años no cambiaban, sino que se mantienen en perfecto estado y conservan las líneas de crecimiento.
Dimorfismo sexual
Con el número de ejemplares en aumento, los científicos comenzaron a analizar la variación entre los individuos y descubrieron lo que parecían ser dos tipos de conformaciones distintas, al igual que algunas especies de otros terópodos. Como uno de estas conformaciones estaba más sólidamente construida, que se denominó el "robusta" mientras que el otro se denomina "grácil". Varias diferencias morfológicas asociadas a los dos morfotipos fueron utilizadas para analizar el dimorfismo sexual en el Tyrannosaurus, siento el tipo el "robusto" por lo general considerado hembra. Por ejemplo, la pelvis de varios especímenes "robustos" parecía ser más amplia, tal vez para permitir el paso de los huevos. Además, se consideró que la morfología "robusta" estaba correlacionada con un cheuron reducido en la primera vértebra de la cola, también para permitir que los huevos salen del aparato reproductor, como se había informado erróneamente de cocodrilos.
En los últimos años, las pruebas sobre el dimorfismo sexual se ha debilitado. Un estudio de 2005 informó de que las afirmaciones previas del dimorfismo sexual en la anatomía del cheuron cocodrilo fue un error, arrojando dudas sobre la existencia de dimorfismo similar entre sexos de Tyrannosaurus rex. Un cheuron de tamaño natural fue descubierto en la primera vértebra de la cola de "Sue", un individuo muy robusto, lo que indica que esta característica no puede ser utilizado para diferenciar los dos morfotipos de todos modos. Como los ejemplares de Tyrannosaurus rex se han encontrado de Saskatchewan a Nuevo México, por lo que las diferencias entre los individuos puede ser indicativo de la variación geográfica en lugar de dimorfismo sexual. Las diferencias también podrían ser relacionada con la edad, con los ejemplares robustos como los animales más viejos.1
Sólo un único ejemplar de Tyrannosaurus se ha demostrado en forma concluyente a pertenecer a un género específico. En el examen de "B-rex" se demostró la preservación de tejido blando dentro de varios huesos. Parte de este tejido ha sido identificado como tejido medular, un tejido especializado encontrado exclusivamente en las aves modernas, como fuente de calcio para la producción de la cáscara de huevo durante la ovulación. Puesto que sólo las hembras ponen huevos, el tejido medular sólo se encuentra naturalmente en las hembras, aunque los machos son capaces de producir cuando son inyectados con hormonas reproductivas femeninas como el estrógeno. Esto sugiere fuertemente que "B-rex" era una hembra, y que murió durante la ovulación. La investigación reciente ha demostrado que el tejido medular no se encuentra en cocodrilos, que se cree que son los parientes vivos más cercanos de los dinosaurios, además de las aves . La presencia compartida de tejido medular en las aves y los dinosaurios terópodos es una prueba más de la estrecha relación evolutiva entre los dos.
Tejidos Blandos
En el ejemplar de marzo de 2005 de la revista Science, Mary Higby Schweitzer y colegas de la Universidad Estatal de Carolina del Norte anunciaron la recuperación de tejidos blandos de la cavidad medular de un hueso de la pierna fosilizado de un Tyrannosaurus. El hueso había sido intencionalmente, aunque a regañadientes, roto por el envío y luego no conservado en las condiciones normales, específicamente porque Schweitzer tenía la esperanza de encontrar pruebas de los tejidos blandos. Designado como MOR 1125, este dinosaurio fue excavado con anterioridad de la Formación Hell Creek. El flexible con bifurcación de los vasos sanguíneos matriz de tejido óseo fibrosa pero elástica fueron reconocidas. Además, microestructuras parecidas células de la sangre se encuentra dentro de la matriz y los vasos. Las estructuras se parecen a las células de sangre y vasos de avestruz. Ya sea un por proceso desconocido, distinto de la fosilización normal, u otro proceso fortuito es que se haya conservado el ejemplar, por lo que los ineestigadores tienen cuidado de no hacer ninguna aseveración sobre la preservación. Si se comprueba que el material original posee cualquier proteína sobreviviente puede usarse como un medio de forma indirecta adivinar algo sobre el contenido de ADN de los dinosaurios involucrados, porque cada proteína se crea normalmente por un gen específico. La ausencia de hallazgos anteriores puede ser meramente el resultado de que se asumia que la preservación del tejido blando era imposible, por tanto, simplemente no se buscaba. Desde el primer descubrimiento, en dos tiranosaurios más y en un hadrosaurio también se han encontrado que tales estructuras. La investigación sobre algunos de los tejidos involucrados ha sugerido que las aves están más cercanas en el árbol evolutivo de los tiranosaurios que otros animales modernos.77
En los estudios reportados en la revista Science en abril de 2007, Asara y sus colegas concluyeron que siete trazas de proteínas de colágeno se encontraron en los huesos purificados de Tyrannosaurus rex se acercan más a los reportados en los pollos, seguido de las ranas y tritones. El descubrimiento de las proteínas de una criatura de decenas de millones de años de antigüedad, junto con restos similares que el equipo encontró en un hueso de mastodonte de al menos 160.000 años de edad, voltea la visión convencional de los fósiles y paleontólogos pudiendo cambiar el foco "de la caza del hueso a la bioquímica". Hasta estos hallazgos, la mayoría de los científicos presumía que la fosilización sustituye todos los tejidos vivos con minerales inertes. El paleontólogo Hans Larsson, de la Universidad McGill en Montreal, que no formaba parte de los estudios, denominado encuentra "un hito", y sugirió que los dinosaurios podrían "entrar en el campo de la biología molecular y la paleontología en el mundo moderno."
Estudios posteriores en abril de 2008 confirmaron la estrecha relación de Tyrannosaurus con las aves modernas. Investigador postdoctoral biología Chris Organ la Universidad de Harvardanunció: "Con más datos, que probablemente sería capaz de colocar el T. rex en el árbol evolutivo entre los cocodrilos y las gallinas y los avestruces". Co-autor John M. Asara agregó, "También muestran que los grupos mejor con las aves de los reptiles modernos, como los caimanes y lagartos anolis verdes."
El presunto tejido blando fue puesto en duda por Kaye Thomas de la Universidad de Washington y sus colaboradores en 2008. Sostienen que lo que realmente estaba en el interior del hueso de tiranosaurio fue biopelícula pegajosa creado por las bacterias que cubría los huecos una vez ocupado por los vasos sanguíneos y las células. Los investigadores encontraron que lo que previamente se había identificado como los restos de las células de la sangre, debido a la presencia de hierro, eran en realidad framboides, mineral de hierro microscópicas esferas. Encontraron esferas similares en una variedad de otros fósiles de distintas épocas, incluyendo un ammonites. En los ammonites que se encuentran las esferas en un lugar donde el hierro que contienen no podría haber tenido alguna relación con la presencia de sangre. Sin embargo, Schweitzer ha criticado duramente las reclamaciones de Hayes y sostiene que ella realmente se encontraron células de la sangre, y argumenta que no hay evidencia informada que los biopelícula puedan producir ramificación, tubos huecos, como las mencionadas en su estudio.
Plumas
Dada la posición filogenética de Tyrannosaurus, se ha propuesto que pudo haber tenido plumas. Pequeños celurosaurianos, el grupo de dinosaurios al que pertenece, de la Formación Yixian en Liaoning, China, han sido descubiertos presentando plumas penáceas o con el antiguo pelaje de "protoplumas", lo que sugiere la posibilidad de que los tiranosáuridos también pudieron haber tenido plumas. En 2004, la revista científica Nature, publicó un informe que describe al temprano tiranosauroide Dilong paradoxus, fuera descubierto en la misma formación y mostró pruebas de filamentos de protoplumas en la cola. Sin embargo, impresiones de la piel de tiranosaurios adultos de Alberta y Mongolia aparecen mostrando las escamas escaladas típicas de otros dinosaurios. Esto sería compatible con el tamaño de la criatura, ya que, con un peso de 8 toneladas, la dispersión de calor del tiranosaurio desangre caliente en realidad habría sido impedida por una cubierta de plumas. Es posible que el T. rex presentara plumas o protoplumas en otras regiones del cuerpo pero, tal como ocurre con el pelo de los elefantes y rinocerontes modernos, en áreas reducidas. Como un objeto que aumenta de tamaño, su capacidad para retener calor aumenta debido a su decreciente relación área-volumen. Por lo tanto, como animales de gran tamaño, en climas cálidos, un abrigo de pieles o plumas pierde su ventaja evolutiva como aislamiento térmico y puede convertirse a la vez en una situación de desventaja, ya que el aislamiento de calor el exceso no le permitiria refrescarse, ocasionando el sobrecalentamiento del animal. Las protoplumas puede haberse perdido secundariamente durante la evolución de los tiranosáuridos grandes como Tyrannosaurus, especialmente en climas cálidos del Cretácico.
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